Gracias 2017; me permitiste crecer, 2018 a cosechar éxitos, Feliz Año Nuevo

Ya faltan pocos días para que termine el año y la verdad es que creo que lo que no hice en  360 días, ya no lo voy a hacer en los últimos 5, así que este es el momento para describir en un par de líneas mi película llamada 2017, y no es para que les dé envidia, pero desde ya les adelanto que es merecedora de un Oscar. 

A diferencia de muchos yo no soy de los que hace lista de quehacer, ni me pongo "propósitos para el año nuevo", es que hace un tiempo, después de no sentirme satisfecho durante mi análisis del año, decidí que mi única meta cada año sería ser feliz, y créanme que me ha funcionado, porque al final cuando llega diciembre siempre quedo satisfecho con lo obtenido. 

Pero, ¿por qué fue todo un éxito?, pues fácil, gracias a Dios en este año logré encontrar una versión mejorada de mí, una que aprendió más sobre sí mismo, que reconoció y está trabajando en corregir errores, en resumen este pocotón de días fueron de madurez y crecimiento personal.

Así es señores, aunque no me gané la lotería, no me compré un carro o me subieron el sueldo, -que la verdad todas esas cosas también son bien recibidas- afortunadamente el 2017 me dejó herramientas más valiosas a nivel personal, que a mi juicio son más importante, porque me servirán para todos los años que están por venir, y no se crean que todo fue bonito, porque no lo fue, también hubo momentos difíciles con los cuales me tocó lidiar, pero de ellos también aprendí y se convirtieron en enseñanzas, así que de eso tampoco me voy a quejar, si hay aprendizaje es ganancia. Además les cuento que este año también fue una época de iniciar poyectos y siembra, así que el 2018 tocará cosechar el resultado de todo ese esfuerzo convertido en metas.

Y eso no es todo, porque si el solo hecho de iniciar un nuevo año llena a cualquiera de emoción, el sentimiento toma mayor fuerza cuando desde antes de que llegue ya sabes que el próximo año traerá consigo cosas buenas, que con el pasar del tiempo les iré contando las que sé, y algunas nos enteraremos juntos en el camino.

Recuerdo que cuando estaba por finalizar el 2016, emocionado por todo lo que había vivido, le dije al 2017, que ya estaba a la vuelta de la esquina, que viniera como quisiera, porque me sentía preparado para lo que fuera, y muy obediente  este año enfrenté retos y situaciones complicadas que logré superar de la mejor forma gracias a Dios, y lo culmino cargado de energía para el próximo año. 

 

Para terminar quiero proponer que esto 2018 lo iniciemos atentos y dispuestos: atentos para las oportunidades que se nos presenten y para las que podamos fabricar conforme pasan los días, y dispuesto a hacer hasta lo imposible por lo que queremos, pero sobre todo mentalizados para que los próxima 365 días que están por venir nuestro principal objetivo sea ser felices.

¡Feliz Año Nuevo!