La doble moral: el mal del que nadie se salva

"El que esté libre de pecados que tire la primera piedra", esta frase es tan valida y ninguno puede lazar ninguna piedra cuando se habla de ser doble moral, pues todos en algún momento nos creemos los más dignos, los más correcto, y que tenemos la autoridad moral para andar juzgando a los demás por alguna falla que cometieron, aún sabiendo que nosotros estamos haciendo lo mismo o algo peor todavía. También hay muchas personas que se la pasan hablando y presumiendo una cosa, sin embargo hacen otra complemente distinta a lo que tanto predican.

Parto por el hecho de que nadie es perfecto para juzgar a otros, pero si se diera el caso de que quienes juzgamos tuviéramos la potestad para hacerlos sería menos doloroso ante mis ojos, pero no, todos en algún momento tenemos la osadía de criticar y acabar verbalmente con alguien sin detenernos a pensar en lo que hacemos que irónicamente muchas veces es lo mismo que tanto criticamos, pero creemos que como nadie sabe podemos juzgar, basura,  que nadie sepa tus porquerías, no significa que no las hagas, además, por si no saben, siempre hay alguien que sabe, como dicen por ahí el mundo es chiquito y Panamá aún más, así que pensemos dos veces antes de hablar.

Obvio que yo no me escapo de esta realidad, y aunque trato de no hacerlos, debo confesar que también cometo esta imprudencia, pero recapacito y me digo a mi mismo, 'vamos pela'o tu tampoco es que seas un santo' y aunque de inmediato dejo de hacerlo ya pequé, pues todavía estoy en ese proceso de deja ese mal hábito, pero escribo esto no como crítica, sino como una observación para que nos demos cuenta de cómo estamos hablando de los demás sin mirar nuestros rabos de pajas.

Uno de los casos más cómicos y que lo menciono solo como ejemplo, es cuando veo a una mujer con uñas falsas criticando a otra porque usa extensiones de cabello, faja y se ha operado alguna parte de su cuerpo o usa ropa con aumento, vamos señores no importa quién tiene más cosas falsas que quien, al final todas están por lo que no tiene sentido señalarse entre si, y aclaro que con esto no estoy criticando, sino uso la situación como ejemplo de que falta es falta y no importa el tamaño, lo correcto es no criticar a los demás, como dicen por ahí, andamos tirando piedra en las ventas ajenas y nuestras ventanas son de vidrio.

Por lo general somos muy dados a ver las fallas de los demás, ya que preferimos juzgar a pesar de saber que no somos los más dignos, y es que es mejor señalar y distraernos en otros que darnos cuenta de lo que verdad somos nosotros, pues lo más seguro es que no nos guste lo que vayamos a encontrar la primera vez que lo hagamos, puede ser muy feo, pero vamos mientras más tardemos en hacerlo menos nos gustará lo que encontremos. 

La doble moral en las personas como muchas cosas es algo que existe desde el principio de la historia humana y ya es casi una cédula de los seres humanos y todos en alguno momento hemos sido personas doble moralistas, y creemos que el tamaño de la falla importa, todos cometemos errores y sin importar si es más grande o más chico que del que estamos criticando, es una falla eso nos inhabilita para señalar, juzgar, criticar, calificar, etc.

Escribir esta publicación no me exime de ese mal, pues ser doble moral es algo que nunca pasa de moda y de eso nadie se salva, pero por lo menos yo estoy consciente de mi situación y con eso hago dos cosas, primero trato de no criticar a los demás, pues  no soy quien para hacerlo y segundo vivir la vida de cómo me parezca, ya que haga lo que haga  alguien me va a juzgar,  así que lo único que hago es SER FELIZ.

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