Ser negro es cuestión de actitud y no de color

Panamá es un crisol de raza que alberga gente de todos los países, clases sociales, religiones y etnias, entre tantas una de las que sobresale es la Etnia Negra, que ingresó al país para la construcción del Canal por parte de los franceses y desde entonces inició lo que ha sido un legado de cultural y social en nuestra tierra.

Me pidieron expresar si considero que hay o no racismo en Panamá, a lo que respondo con un rotundo no, es ilógico pretender ocultar todo lo que pasaron los negros hace mucho tiempo y cómo fueron humillados por su color de piel, todo era más difícil y las oportunidades eran escasas, sin embargo hoy día gracias a los avances de la humanidad y al camino que se forjaron los afrodescendiente hace muchos años podemos gozar de un trato igualitario y las mismas oportunidades que un blanco, chino judío, indio o de la etnia que sea, para mí que en pleno siglo XXI alguien piense que hay racismo solo demuestra el sentido de inferioridad con el que se ve a si mismo respecto al mundo que lo rodea, señores el Apartheid pasó hace muchos años y afortunadamente no nos tocó vivirlo.

Hoy día todos tenemos las mismas oportunidades sean muchas o pocas, todos tenemos a la mano las mismas herramienta para construir nuestro futuro y salir adelante por nuestras metas quienes no tienen interés son los que ven en un falso racismo una excusa para dejar de luchar, por lo que se quiero o en la primera caída dejar de intentar, solo prefieren juzgar a los demás, la verdad me parece muy tonto pensar que exista en racismo.

Para mí, mi color nunca ha sido un obstáculo ni motivo de vergüenza, recuerdo como desde siempre he recibido sobrenombre por mi color de piel, en el colegio algunos me llamaban “kingking”, (el hijo de King Kong), monkey,  mono, entre otros, ahora grande hay quienes me dicen negro y no me ofendo por eso, por el contrario lo veo como una muestra de cariño de las personas hacia mí, solo eso.

Ahora bien, el otro lado de la moneda es ese orgullo único que sentimos y de seguro has tenido la oportunidad de conocer no uno, sino muchos negros a lo largo de tu vida y sé que muchos te han llevado a decir “esos negros si son exitados” y saben porque pues señores la historia lo inspira, como mencioné más arriba la negritud panameña como la de todo el mundo ha pasado por mucho para ser lo que hoy es, es por ello que se apodera de ellos una seguridad y confianza de poder seguir conquistando el mundo ignorando todos los límites, entre las pocas cosas que faltan en el país  y la verdad no es para nada imposible es un negro presidente, de ahí en adelante se han hecho de cada posición, han logrado cada cometido y pese a todo nunca se han detenido.

Un negro orgullo, ese soy yo, siempre atrevido, siempre confiado y con una actitud atrevida, así es he sido actor de esas mismas actitudes y comportamiento que muchas veces he criticado, pero es que eso es inevitable, así somos, es parte de nuestra naturaleza, así como un león es un cazador nato, una madre es sobre protectora, los servicios públicos son malos por ley, de igual forma es el orgullo de los afrodescendientes es algo natural.

La importancia de los negros en Panamá es tanta que es la única etnia que se celebra y no solo un día, sino por todo un mes, donde todo un país se une a la celebración, díganme si hay alguien otra etnia a quienes se le celebre en el país, por supuesto que no, es que como los negros no hay otros.

Siempre he dicho que ser negro es sinónimo de sabor, y es que no se puede negar su sabor único a la hora de cocinar, bailar, hasta para caminar tiene un sabor sin igual, que aclaro nos sale sin mayor intención eso es solo parte de lo que hemos dejado los negros. Panamá que por ser un lugar de tránsito recibe a muchas personas, pero a pesar de esto el aporte de los afrodescendientes suelen resaltar entre los otros grupos, porque ser negro más que un color de piel es cuestión de actitud. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La doble moral: el mal del que nadie se salva

Somos el resultado de nuestras vivencias

El camino al éxito es “chueco y lleno de huecos”